Debo confesarles que toda mi vida la hice en mi querido D.F. (sigo sin acostumbrarme al CDMX) y para moverme siempre fue en su mayoría en metro y transporte público, además de utilizar bicicleta y bueno, ya con el tiempo motos. Algo que siempre me gustó era salir sin rumbo en particular y meterme por calles y conocer nuevas cosas, desde una cafetería, un parque, hasta restaurantes y dos que tres cantinas. A veces por la rutina diaria y la comodidad jamás hacemos algo nuevo y a esto yo le llamo turismo urbano, uno que no te lleva muy lejos, pero igual está lleno de colores y sabores.
Bajo esta premisa, me di a la tarea de manejar este maxi scooter de BMW, uno que ya pudimos manejar a fondo y en carretera para nuestros amigos de Autocosmos, por lo mismo sobra hablar de especificaciones a fondo. Además les comento que este humilde “pica teclas” que les escribe se mudó a Toluca, por lo que aproveché un poco esta C 400GT para conocer los alrededores.
Este scooter es realmente cómodo para la ciudad aunque la firmeza de su suspensión te hará chillar con los topes, aun así es una de las mejores opciones, y cuenta con más tecnología que sus principales adversarios, como son la Suzuki Burgman (ya con tiempo en el mercado), Kymco XCitingS 400 (con problemas de refacciones) y el XMax de Yamaha, que si bien cuenta también con buena electrónica, es apenas de 300 cc. Esta vez quito de la ecuación a la Piaggio Beverly 350 ya que se ha dejado de comercializar a la espera de que llegue la 400.
En Toluca también existe el tránsito pesado, pero no le llega ni a los talones al del D.F., así que con un simple movimiento cuando todos están detenidos avanzas y dejas atrás los nudos. El primer destino fue el centro, uno que se ha renovado por completo en relativo poco tiempo, con un estilo muy amplio y sobrio que además hasta estrena un planetario, y un parque de las ciencias, justo al lado del ya emblemático Cosmovitral, las calles limpias te invitan a pasear y de pasada comer algo en el mercado, o si eres muy fresa, darte una vuelta por los arcos a comerte una medio sobrevalorada torta de la Vaquita Negra (si eres amante de los quesos, ahí son muy recomendables).
En la zona céntrica di algunas vueltas para buscar detenerme y tomar algunas fotos, pero para bien, no hay mucho espacio para los autos (hay estacionamientos), lo cual apoya la vista limpia del lugar. De ahí, ya no supe pa´ dónde jalar, así que vi la primera calle que salía del lado contrario a donde llegué y comencé a subir llegando a al Paseo Matlaltzincas una avenida que a mi izquierda me regalaba algunos buenos miradores y a mi derecha Zopilocalco, un espacio verde medio consumido por la mancha urbana y más adelante la zona arqueológica del Cerro del Toloche, que como dato interesante cuenta con una historia de una entrada que te lleva directamente a pedirle favores al mismísimo “patas de cabra”, sí, al diablo, algún día ahondaremos en esa historia.
Al seguir el camino, llegué a la avenida Las Torres, una que al menos de este lado ya puede presumir el tren elevado ya casi terminado, mientras que en la CDMX, las cosas van a paso tortuga, ya saben cosas tontas de políticos. En este punto no supe para dónde ir, por o que acudí al Google Maps y noté que estaba relativamente cerca del Centro Cultural Mexiquense, y bueno en la moto las distancias son “mucho menores” que en auto.
En las inmediaciones de este punto está también el Parque Alameda 2000, lugares muy agradables para caminar, aunque no para manejar ni moto ya que las calles parecen parajes lunares. de nuevo regresé y obviamente pasé al estadio Nemesio Diez y me perdí por muchas calles intentando averiguar por donde salir sin ayuda de mapas, esto sirvió mucho porque en algún punto encontré a una pareja ya entrada en años vendiendo tacos de canasta, y bueno, tenía que probar.
Toluca cuenta con muchas zonas de naves industriales, vías de trenque se convierten en buenos puntos de fotos, que seguramente usaré en otras ocasiones, y seguro dirán, “Toluca tenía más para ver”, y sí, es muy grande y cuenta con poblaciones cercanas a las cuales puedes llegar con la C 400GT, sin problemas, pero todavía tengo que mostrarles muchos lugares que requieren una atención total, como una próxima “Ruta del Pulque”, pueblos mágicos, así como leyendas como la de la Tlanchana, la sirena de Lerma-Metepec.
La BMW C 400GT, es una excelente herramienta para la movilidad urbana, ligera y ágil, te hace olvidarte del tránsito, y te permite cambiar de rumbo de inmediato y buscar nuevas rutas, la potencia y aceleración te harán sentir seguro en vías primarias y carretera. Como plus, la comodidad para el pasajero es muy buena, aunque bien podrían mejorar la ergonomía del agarre lateral del asiento, que puede ser cansado después de un rato (muy delgado y bajo).
En cuanto a espacio de carga, también se encuentra un poco limitado, ya que el baúl debajo del asiento por el diseño penaliza mucho en movimiento, y los espacios de carga junto al manubrio tal vez no tengan la mejor forma, ya que por ejemplo, puse ahí el dinero para casetas y al abrirlo hice el ridículo porque todo se cayó, por la forma hacia abajo que tienen ambos. Son detalles sí, pero que en el día a día se notan, fuera de esto, que no es un mal mayor y puedes solucionarlo, contarás con un excelente producto que solo o en pareja podrás disfrutar.