En DestinoViajero siempre aplaudiremos cuando las marcas hagan rutas que se salgan de lo común y ahora nos enteramos que Royal Enfield se ha preparado desde hace un par de años para realizar la hazaña denominada 91° al Sur, que busca recorrer los 770 km de la zona de la Barrera de hielo de Ross en 39 días.
Royal Enfield se fundó en 1891, y como ya es casi una regla comenzaron con bicicletas, lanzando su primera moto en 1901, si bien esta marca comenzó su camino en Inglaterra a mediados del siglo pasado el capital de la India fue el que tomó la batuta y se hizo una mezcla interesante, un diseño inglés con la robustez de una moto india, el resultado, auténticos “burros de batalla”.
En el presente la RE Himalayan se ha convertido en su buque insignia ya que presenta un diseño atractivo, que evoca al pasado y demuestra solidez, aunque como en el resto de la gama, las motos apuestan más por la fiabilidad y dureza que por el desempeño, y esto se nota al manejarlas ya que en el caso de la Himalayan hay motos de menos cilindrada (400cc) que tienen mejor desempeño, pero al final tienen su encanto.
De hecho en RE tienen un dicho “rodadas a paso Royal Enfield” con eso te imaginas que la velocidad no es lo suyo, pero casi todas sus motos fueron probadas en terrenos complicados como por ejemplo el Himalaya. La aventura de un par de pilotos de la marca ya ha comenzado el 26 de noviembre y el plan es llegar al Polo Sur comenzando por la Barrera de Hielo de Ross y cruzando el Glaciar Leverett.
Las Himalayan que se usarán se han estado preparando desde el año pasado, puntualmente en Islandia y cuentan con modificaciones puntuales como: un piñón del motor de menor tamaño (de 15 a 13 dientes), llantas sin cámara, (algo que le caería muy bien a los modelos de calle) y con clavos, nuevo alternador de mayor capacidad para que la batería pueda alimentar la calefacción de algunos componentes. Fuera de lo anterior la Himalayan es de serie, aunque creemos que también la suspensión debió de haber cambiado
Algo interesante es que estos viajeros buscarán disminuir su impacto y huella sobre este impoluto terreno, ya que todo desecho que generen regresará con ellos… sí, todos, es decir, tendrán una bolsita con popo y no sabemos si con pipí, mientras que la huella de la moto desaparecerá de inmediato por el propio clima agreste.
Esto es motociclismo de verdad, el que viaja, el que conoce y no solo que presume y se saca “selfies” en cada esquina. Seguiremos el desenlace de esta ruta que ya fue hecha por una (o en parte) vieja leyenda japonesa, el piloto Shinji Kazama quien rodó en ambos polos, el Everest y de paso en el Rally París-Dakar (1982, cuando era piloto y máquina sin tanta tecnología). Por cierto, las rutas gélidas las realizó en motos de 200 y 250 cc respectivamente, es decir, no importa eso, sino el aventurarte con lo que se tiene.